Inverosímil

Mañana por fin cojo un avión y me despejaré esos seis días a los que me traslado a otra isla de las Canarias con mis amigos y solamente con una intención; Pasarlo exageradamente bien y despejar la mente.

Tras descubrir los celos compartidos por alguien no tan especial para mí, necesito tener ese tiempo de reflexión, ese tiempo que pensé que nunca existiría pero que por fin mañana llegará. Aunque no adelantemos acontecimientos debido a que primero hay que pasar esta tarde noche con la que compartiré comunicación con los que comparto mi gran parte del tiempo y a los que tengo muchísimas ganas de ver.

Más tarde volveré, de verdad.

 

 

Mi cabeza hoy.

«Tus sentimientos son válidos. Tienes todo el derecho de sentir cualquier emoción que desees. Tú no estás siendo dramático. Tú no estás sobre exagerando. Tú estas sintiendo. Y eso está bien»

Todo dicho, buenas noches.

 

 

«Eram quod es, eris quod sum»

¿Vacaciones?

Frases, frases y más frases.

Palabras, palabras y solo palabras.

Cada palabra que suelta por su boca o recibo de él a través de un mensaje, hace que mi rostro esboce una ligera sonrisa sin que ella quiera. Así, sin avisar. ¿Por qué no me avisas, maldita sonrisa, de que vas a salir para que el resto de personas dejen de pensar que soy idiota?

Miles de conclusiones a las que he querido llegar pero de esas miles todas se reducen a cero, cero inútiles alternativas para conocer qué es lo que me está pasando por mi cuerpo.

Supongo que poco a poco podré ir descubriendo qué le pasa.

Por cierto, necesitaba decir que por fin he terminado todos los exámenes universitarios. ¡Qué felicidad!, y por fin llega el periodo que estaba deseando que llegara después de dos semanas. Ese viaje del que no he podido parar de pensar en el que solo necesito que pase lo que de verdad tenga que pasar y sobretodo aclarar dudas confusas de mi cerebro.

Así que ciertamente no sé si de verdad serán unas vacaciones porque mi cerebro tiene que estar a punto para pensar todo problema que pueda surgir o si puede llegar a una conclusión de las miles que ha pensado todo este tiempo.

La inspiración viene por momentos

“No podemos hablar de libertad mientras tengamos que mirar un reloj cuando estamos disfrutando.”

“Admiro más la sinceridad de quién dice que no va a volver, a la amabilidad del cobarde que dice que regresará.”

«El tiempo no se detiene ni espera por nadie, así que no detengas tu vida por pequeñeces. Sigue adelante»

«Porque en este momento eres lo más viejo que puedes ser, y lo más joven que nunca volverás a ser jamás»

Y tras una larga noche de reflexión miles de frases llenaron mi cabeza pero estas fueron a las que más atención les presté.

Demasiado tiempo sin pensar en mí.

A 20 de Enero no he tenido absolutamente nada de tiempo para tener presente los sentimientos en mi interior ni el conocimiento de estos.

Bueno, ni sentimientos, ni ganas, ni sueños ni nada de nada. Siento como escaseo de tiempo que siempre he tenido y siempre me ha sobrado y era la primera que se reía de los que no disfrutaban del tiempo porque no lo tenían.

Ahora me ha tocado a mí. Debido a un gran periodo de estrés, no he podido llegar a centrarme en lo que mi corazón sigue diciendo relatado aquí desde principios de Enero.

Solo sé que todo lo que había escrito ya no tiene valor alguno porque todo lo he olvidado. Exacto, penoso. Tener tan poco tiempo que ni siquiera sé lo que dice mi interior desde hace cuatro semanas, cuatro semanas tan odiadas debido a que todo este tiempo ha conllevado al olvido del querer.

Buenas noches, dulces sueños.

«No dejes para hoy lo que puedes hacer mañana»